Tiro al blanco parte 2

Puerto Plata: La penosa situación que presentan las más importantes instalaciones deportivas con que cuenta la República Dominicana, “no tienen padres, madres pero mucho menos maestras”.

El deterioro de las instalaciones deportivas en toda la geografía nacional se debe a la falta de mantenimiento.

Una instalación en desuso y no se le de el mantenimiento requerido en áreas como: eléctricas, plomería y limpieza, además del cuidado de zonas sensibles, entre ellas (pizarras eléctricas), tiende a deteriorarse. La República Dominicana no tenía instalaciones deportivas de primer nivel excepto los Estadios de béisbol para montaje de los torneos otoño-invernales.

No fue hasta que se consiguió la sede de los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe que comenzó a construirse en el antiguo Aeropuerto Andrew el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte (COJPD).

Esta instalación sirvió de sede para este magno evento deportivo en 1974 bajo la dirección del ingeniero Juan Ulises García Saleta, Wichi, considerado padre del Olimpismo Dominicano.

Luego de concluir los famosos Doce Juegos estos se convirtieron en la chispa que encendió el despegue definitivo del deporte en el país, porque luego vinieron los Juegos Nacionales en las provincias Duarte (San Francisco de Macorís); Barahona, San Pedro de Macorís, Espaillat (Moca); La Vega, San Cristóbal, La Romana, Mao, Valverde y Monte Plata.

Asimismo, las instalaciones de la Barranquita que sirvieron de sede para los Juegos Centroamericano y del Caribe, “Santiago 86”.

Debemos recordar que las instalaciones del COJPD fueron remozadas, incluyendo el Estadio Olímpico, Complejo Acuático, Velódromo, Pabellones de Voleibol y Baloncesto, incluso en esta última instalación se colocó modernos acondicionadores de aire para deleite de los amantes que asistente con regularidad a disfrutar del deporte del “aro y el balón”.

Además, hubo la construcción en el Parque Mirador del Este otro conjunto de instalaciones para la celebración en el paìs de los Juegos Deportivos Panamericanos.

El denominador común de todas estas instalaciones deportivas diseminadas por todo el territorio nacional es el pronunciado estado de deterioro por falta de mantenimiento, lo que dificulta el montar espectáculos deportivos.

La única instalación que está en optima condiciones es el “Gran Arena del Cibal” o Palacio de los Deportes “Oscar Gabaira”, de Santiago, el cual fue reconstruido en el 2008 por la Oficina de Ingenieros Supervisora de Obras del Estado (OISE) con una inversión de RD$528.0 millones.

La contaminación arropa al principal centro acuático del país, porque su área de clavados esta inservible, incluso esta obra fue construida para los Juegos Deportivos Panamericanos, Santo Domingo 2003.

Esta obra se encuentra en pésimas condiciones, lo que ha provocado su cierre temporal. Esta instalación amerita de un sostenido mantenimiento en todas sus áreas y que se mejoren las condiciones de su agua, porque esta ha afectado atletas que entrenan en dicho lugar.

Es penoso observa la situación de abandono, deterioro progresivo y de saqueo a que han sido sometidas las instalaciones deportivas del Parque del Este.

Incluso, el parque de softbol está siendo desmantelado paulatinamente ante la mirada impotente de miles de deportistas que acuden al importante centro deportivo en la zona de Santo Domingo Este.

El deterioro es tal que en vez de practicar softbol la obra está siendo utilizada como sede de un programa de béisbol.

El edificio central de la cancha se encuentra abandonado y sin baños para el aseo de los atletas.

Pero esto no es todo. En el Centro Olímpico Juan Pablo la contaminación por el polvo, basura y los escombros de las megas construcciones han transformado este otrora pulmón de Santo Domingo.

Ya no es posible respirar aire puro dentro de la importante obra, porque la polvera dejada a su paso por los trabajos de la primera, la segunda línea del metro y el corredor Duarte, han reducido a su mínima expresión la costumbre de los ciudadanos que solían ejercitarse dentro o fuera del COJPD debido a la infernal contaminación que impera en el recinto.

A este parque olímpico se le ha hecho un daño irreversible, ya que representa el mayor pulmón recreativo-deportivo, pero ha perdido gran parte de sus áreas verdes.

De acuerdo con expertos en la materia el COJPD ha perdido más del 15% de su superficie original, que en 1974 era de un millón de metros cuadrados, con las diferentes modificaciones a que ha sido sometido.

Este parque deportivo llegó a ser orgullo de todos los dominicanos y “nos abrió las puertas de par en par para nuestro anhelado desarrollo deportivo”.

El Palacio de los deportes “Virgilio Travieso Soto”, otrora instalación favorita para el homenaje de grandes eventos está totalmente destruido. Este escenario favorito del básquet no aguanta más paño con pasta.

Los camerinos están destruidos y abandonados, las mayorías de las butacas inservibles, el sistema de luces un desastre y los baños no están aptos para el uso humano.

El Palacio de los Deportes es el símbolo del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte. Esta instalación se encuentra en un pronunciado estado de deterioro que requiere de un remozamiento para montar eventos deportivos del nivel del Torneo Superior de Baloncesto del Distrito Nacional, incluyendo el de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB).

Hasta ahora diversos sectores apoyan el proyecto de demolición de demolición de esta estructura para dar paso a la construcción de otra más moderna.

Asimismo, en San Cristóbal fue remodelado el Estadio “Temístocles Metz” a un costo de RD$50.0 millones. Se ha dicho que la Comunidad Económica Europea donó una gran cantidad de euros, pero se desconoce donde fueron a parar estos recursos.

Una comisión integrada por tres de los miembros en el país de la Comisión Económica Europea visitó a San Cristóbal e inspeccionó los trabajos y se mostró en desacuerdo con lo que se ha hecho. Dicha comisión pidió soporte de la inversión del dinero. Se informó que los asientos colocados en palcos y preferencias son de mala calidad, incluyendo los sanitarios y otras áreas del Estadio. Lo único resaltable de esta obra hasta el momento es el drenaje pluvial y el territorio de juego.

Entonces cuando una instalación deportiva se decide rescatar el fantasma de la corrupción hace acto de presencia y lo daña todo, hasta una inversión extranjera se ve afectada por razones económicas.

Por último, mencionamos el Estadio “José Briceño”, de Puerto Plata, obra inaugurada en 1978 y abandonada a su suerte, donde los ladrones se han llevado lavamanos, inodoros y todo lo que han podido.

Esta instalación presenta un gran deterioro y un abandono total, porque las autoridades encargadas de su mantenimiento no se dan por enteradas.

En iguales condiciones están las obras del Complejo Deportivo “General Gregorio Luperón”, especialmente las gradas del campo de fútbol, ya que un ventarrón tumbo una parte y no hubo una desgracia debido a que ese día no había fanáticos.

Los pabellones de volyball, judo y baloncesto necesitan urgente reparación y mantenimiento, porque el salitre ha hecho acto de presencia es estas obras.

Las instalaciones deportivas tienen zonas sensibles como las áreas eléctricas, pizarras y plomería que tienden a deteriorarse.

Hacemos un vehemente llamado al Movimiento Deportivo Nacional a estar atento para exigir del Gobierno el arreglo y mantenimiento de todas las infraestructuras donde nuestros niños, jóvenes y adultos se ejercitan sanamente. Da pena que un país pobre como el nuestro que tiene instalaciones deportivas millonarias se esté cayendo a pedazos ante la mirada indiferente de las autoridades encargadas de velar por su buen funcionamiento.

Sin embargo, resulta sencillamente desgarrador y frustratorio ver deteriorarse estas obras, pero a los afectados al parecer les interesa poco o nada lo que esta ocurriendo con sus instalaciones deportivas.

Debemos imitar el gesto de la coalición de un 4% para la educación para hacer una marcha a nivel nacional con todos los atletas, deportistas del país para exigir que desde el Gobierno se vele por el buen funcionamiento y el rescate de estas instalaciones deportivas, para que se evite desaparezcan de manera definitiva.

Por: Moisés Perdomo // Para: Basket Puerto Plata